Aculco organiza un Encuentro Intergeneracional en el Centro Cultural de Usme

Durante el mes de agosto, la ONGD Aculco, en su sede en Bogotá, ha organizado un Encuentro Intergeneracional en el Centro Cultural de Usme, con el objetivo de promover el acercamiento entre los abuelos y abuelas a las actividades realizadas por los niños en el centro.

Con el objetivo de acercar a los abuelos y abuelas a las actividades realizadas por los niños en el Centro Cultural de Usme, la ONGD Aculco, en su sede en Bogotá y gracias al Proyecto Juntos es Posible V, ha organizado durante el mes de agosto un Encuentro Intergeneracional donde los niños y niñas prepararon una diversa muestra cultural con presentaciones artísticas que iban desde la poesía, el canto, el baile hasta la actuación. 

El generar estos espacios de interacción y encuentro de dos generaciones fue el pretexto para rescatar la voz de los abuelos y enseñar la importancia de su misión en la vida de los niños y niñas, además de reflexionar acerca de los valores y virtudes que se aprenden con la experiencia. 

Dadas las condiciones desfavorables a nivel económico y social de las familias de la localidad de Usme, que han obligado a la mujer a incorporarse en el mundo laboral en su gran mayoría de manera informal (vendedoras ambulantes, ayudantes de oficios varios, empleadas domésticas) surge, en muchos casos, una imposibilidad de generar opciones compatibles en cuestión de horarios para el cuidado de los hijos. Por tanto, los abuelos intervienen directamente en la crianza de los niños y niñas, entrando en conflicto con los  modelos y prácticas de crianza actuales, por no estar de acuerdo con la excesiva libertad, con el escaso control parental o simplemente por diferentes circunstancias derivadas del mundo moderno, que hace que los padres y madres no puedan proveer cuidado y afecto.

El reconocer las vivencias, encuentros y desencuentros de los niños y niñas con sus familias se ha convertido en un nuevo punto de partida para el equipo del Centro Cultural de Usme, para repensar y programar nuevas actividades donde se logre vincular aún más a la familia al proceso de desarrollo emocional y social de los niños y niñas, además de promover cambios positivos en el entorno familiar, con el impulso de las escuelas de padres, haciendo énfasis especial en la importancia de la comunicación y la cultura de la no violencia.

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