
Aculco defiende el Día de las Remesas Familiares: ayudan al desarrollo
Las remesas ayudan al desarrollo y codesarrollo de los países destinatarios. Como elemento financiero de doble identidad, desde el origen, con migrantes que contribuyen a mejorar los servicios y cubren necesidades laborales de los países en los que trabajan, y, a la vez, como punto de destino de un porcentaje de sus sueldos para ayudar a sus familias en los países emisores de migración.
Es por esto que debe apreciarse positivamente el trabajo, muchas veces invisible, que realizan los migrantes en puestos laborales vacantes y que dignifican su valía, como la campaña de Aculco en Alicante con la visibilización del trabajo que ocupan en cuidados de personas mayores y dependientes, en la agricultura, mercados, hostelería, limpieza, etc ya que elevan el nivel de las sociedades en las que buscan también ellos una mejora de sus vidas y de sus condiciones laborales.
Los recursos que generan y que aportan se transforman en remesas, en un porcentaje que se traduce de media en casi 200 euros mensuales, que, además, van a destinar a sus propias familias.
El Día de las Remesas parte de una de las iniciativas para aplicar el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, en la agenda 2030, que aboga por una mayor inclusión financiera a través de estas transacciones de país a país.
Como dice la ONU, este dinero que envían a sus países de origen, refuerza los medios de subsistencia, fortalece las economías y contribuyen a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). “Las remesas son algo más que simples transacciones financieras: son un salvavidas para millones de familias, un catalizador para el empoderamiento económico y un motor clave del desarrollo sostenible”. En este sentido, las administraciones gubernamentales deben trabajar para reducir los costes de las transferencias de remesas y por una inclusión financiera que permita que los trabajadores no tengan agobios a finales de mes y puedan crecer económicamente. Los países receptores, por su parte, deben velar para que el dinero que llega sea aprovechado y no sea malgastado, sino reinvertido en posicionamientos económicos de mejoras sociales, médicas y educativas. Sólo así se puede conseguir que las remesas familiares cumplan una función de ida y vuelta haciendo avanzar las economías de forma bilateral.
Las remesas o transferencias hechas por trabajadores desde España son mayoritarias hacia América Latina. Esta zona representa el principal destino de las remesas enviadas, lo que es coherente con el peso de la población de América Latina en los flujos migratorios, según el Banco de España.
De los diez principales destinos de las remesas enviadas desde España, siete son países latinoamericanos, entre los que destaca Colombia, R. Dominicana, Paraguay, Bolivia y Ecuador.
Desde la perspectiva latinoamericana, España es el segundo país emisor de remesas por volumen, solo por detrás de Estados Unidos.