El Comercio Justo es, fundamentalmente, una respuesta al fracaso del comercio convencional para proveer de modos de vida sostenible y oportunidades de desarrollo a las personas de los países más empobrecidos del mundo; esto queda evidenciado por los dos mil millones de nuestros conciudadanos que, a pesar de
trabajar de forma extremadamente dura, sobreviven con menos de dos dólares al día.

Aculco acaba de firmar su adhesión a los 10 principios del principios del World Fair Trade.

La pobreza y la privación limitan las opciones de las personas y las fuerzas del mercado tienden a marginalizarlas y excluirlas aún más. Esto las hace vulnerables a la explotación, ya sea como agricultores y artesanos en unidades de producción familiares (en lo sucesivo ‘productores’) o como trabajadores contratados (en lo sucesivo ‘trabajadores’) dentro de empresas más grandes.

La “razón de ser” de todas las iniciativas de Comercio Justo, se basa en una diversa gama de actividades y programas prácticos para responder mejor a las necesidades y circunstancias particulares de las personas beneficiarias del comercio justo. Está claro que un solo modo de operar no puede tratar todos los
problemas experimentados en diferentes sectores de producción (desde el café hasta la artesanía), localizaciones geográficas (desde Mali hasta México) o etapas de producción (desde el agricultor hasta el trabajador de una fábrica).

Por lo tanto, el Comercio Justo pretende ser consecuente en el nivel de los principios y valores pero flexible en el nivel de la implementación y esto presenta retos a la hora de definir el concepto en procesos prácticos y concretos que se puedan aplicar universalmente. No obstante, la comprensión de los principios
subyacentes del Comercio Justo es crucial, ya que la adopción de procesos aislados de estos principios corre el riesgo de perder un importante elemento de la filosofía global que las Organizaciones de Comercio Justo, que han desarrollado a través de la experiencia y el diálogo a lo largo de muchos años. Esto es análogo a las tendencias en el campo de la responsabilidad social corporativa más amplia, donde hay una aceptación creciente de que un cumplimiento efectivo requiere de un compromiso firme. En el Comercio Justo, es incuestionable que la efectividad
mejora no sólo por lo que hace una organización, sino también por el porqué y el cómo lo hace.

Esta declaración pretende estipular un único punto de referencia internacional para el Comercio Justo a través de una explicación concisa de los principios de Comercio Justo y de las dos vías principales con las que son implementados.

También se tiene la intención de sentar las bases para el diálogo y la cooperación futura entre las Organizaciones de Comercio Justo.

Ver aquí documento de Firma de los diez principios Aculco 26AB18

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